Nunca supe, en realidad nunca quise saber quien estaba y quien no. Al fin y al cabo todo esto lo hago por mi, toda persona deberia. Catarsis.
Simplemente por placer. Una especie de psicologia sin dolor, dolor de saber que alguien esta oyendo mis delirios (vos sabes que tan reservada soy).
4:23a.m. Cansada, pero para que mentirte... nunca existe el cansancio suficiente. Aquel ganador ante el insomnio. Soy fanatica de el.
Hace tres, cuatro años quien iba a suponerlo. Verme a mi, remando en mi vida actual, con tantas fuerzas.
Dieciseis. Con el de mañana diecisiete. Capitulos de una serie que empece antes de ayer, quien sabe cuando termine, si es que lo hago. Ahora soy asi.
Perdi y gane tantas cosas estos años. Te extrañe tanto, eras mi debilidad, casi como una adiccion que me hacia liberar.
Crecer. Es parte de todo esto, pero dicen que secuelas siempre nos quedan y vos fuiste una de ellas. Estaba segura, asi como el cuaderno que compre por bonito y termino en mi segundo cajon de la mesita de luz que ahi sigue estando. Nunca te fuiste, nunca me abandonaste.
Me abandonaron tantas cosas en estos años, entre ellas mis manias. De caerle bien y ser justa o auntentica con cada persona que me de los buenos dias.
Perdone y sufri por tantas otras que al fin y al cabo eran leves historias por las que cualquier adolescente pasa.
Conoci emociones que ni yo misma sabia que las tenia guardadas en algun sector tabu de mi corazon.
Que agradecida fui. Vos no estuviste, pero te juro que en cada noche de insomnio te tuve en cuenta.
Y como buenos amigos que somos, no te abandono. Bienvenido nuevamente, de a poco me amoldo.
